lunes, 30 de marzo de 2009

El problema de la identidad en Internet

Desde un punto de vista filosófico o como plantean muchos pensadores, la identidad es una irrealidad que no nos es propia. Como recordaba Francisco Umbral, en su discuso por la entrega del premio Cervantes, Voltaire dijo "Yo, como don Quijote, me invento pasiones para ejercitarme". Para Umbral  
Esta gentil declaración de Voltaire encierra, me parece a mí, la más fina y sutil interpretación de Cervantes. Porque Don Quijote no está loco y Cervantes mucho menos, eso lo sabemos desde el principio del libro. Don Quijote es hidalgo cincuentón y soltero que, llegado a ese ápice de la vida, decide pegar el salto cualitativo y cambiar la realidad de los libros por la irrealidad de la vida, mucho más palpitante y vibrátil de lo meramente escrito. 

Particulármente estoy totalmente de acuerdo con esta visión del Quijote, que no deja de ser una interpretación del espíritu humano. 
Concretando creo que es más realista y en la mayoría de los casos más útil, el planteamiento de reconocer la identidad como algo irreal, y optar por aceptar las identidades que presentan una plausible ‘coherencia interna’ dentro de su entorno virtual.

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